Pues llego un nuevo 8 de Marzo y no es que solo este día merezca que nuestra voz se escuche, no es que solo hoy debe eliminarse o solicitarse justicia para mujeres ´accidentalmente acusadas´ por abortos naturales o de evitar demonizar a aquellas que han decidido no traer un cargo del que no pueden o quieren hacerse responsables y de solicitar condiciones adecuadas para casos de riesgo.
No es el único día para recordar los escalofríos que sentí al conocer la noticia de unas mochileras que murieron ´por ir solas´ viajando y experimentando, no es el único día para recordar a todas las mujeres que no pueden ejercer totalmente sus derechos humanos, establecidos por la ONU después de la segunda guerra, pero que no todos los países reconocen.
No solo hoy es el día de la mujer, no solo hoy es un día para hacer valer nuestra voz, no solo hoy debemos ser parte de un movimiento de paro multinacional, para demostrar que nuestra capacidad, nuestras decisiones y nuestra presencia tiene tanta valía como la masculina, no es un día para declararnos feministas radicales, brujas parte de un aquelarre. Pero como todos los eventos internacionales, si creo que es el día que las nuevas generaciones tienen para conocer lo que se ha avanzado y lo que puede lograrse, he de reconocer que me motivaron a escribir, pero esta es en breve mi visión del 8 de Marzo.
La primera vez que escuche la causa que generó la celebración del 8 de Marzo, me pareció raro, pude estudiar sin restricciones y crecí libre, crecí en un ambiente libre, yo decidía si quería que me abrazaran o si quería abrazar, lo que quería vestir, aunque le pesara a mi madre, era permitido, lo que quería leer, escuchar y hacer, incluso si quería hablar con alguien o no, si llevaba un libro a una fiesta o no, tuve la libertad de equivocarme y seguirlo haciendo, de definirme y re definirme cada vez que sea necesario.
Para mi fue chocante que en pleno desarrollo industrial las mujeres tuvieran que pelear por igualdad de derechos, que tuvieran que morir de pulmonía por efecto del algodón y de las precarias condiciones en que trabajaban, cuando en la misma época se desarrollaron tantos vestidos elegantes para la clase dominante, cuando las fiestas estaban a la orden del día y aun la monarquía estaba en apogeo, mi estudio, mi libertad y mi opinión las daba por sentado.
En mi adolescencia, me mantuve dentro del status quo, me volví parte del sistema, pero sin perder una semilla que siempre ha existido, y que influyó en dos decisiones importantes que hasta la fecha mantengo, la primera que de la casa de mis padres no iba a salir vestida de blanco, porque quería saber lo que era ser libre, no es fácil pero vale la pena y la otra es que la maternidad no es para mi, Y admiro a mi madre como la mejor que la vida pudo darme, y admiro a todas las mujeres que deciden ser madres porque las completa, porque era su sueño, pero sobre todo porque son generadoras de vida y de ideas, son las responsables de la semilla de la siguiente generación, y sus hijas están creciendo libres, sus hijas están siendo ellas mismas desde corta edad y sus hijos también están creciendo con la semilla de la equidad en la mente.
Al llegar al cuarto de siglo, vi que la cuestión no seria fácil, que vivir sola rompía con todos los patrones que mi familia guardaba, que hacerse responsable de una misma no es tan fácil, como cuando mama te dice, ´lava trastes, cocina, hace limpieza´ y no porque sean roles de mujer, simplemente porque son elementos vitales, eso te garantiza vida, salud y un ambiente saludable en el que seguir creciendo y desarrollándote, realmente las madres te enseñan tanto que terminas dándoles la razón en muchas cosas.
Ahora con la convocatoria de paro de 2017, se demuestra la fuerza de un movimiento internacional, y aunque creo que los movimientos internacionales y las organizaciones que se relacionan con ellos pueden tener tintes políticos, y algunos son radicales, es de reconocer el esfuerzo que implica organizar algo a nivel global, y demuestra como las mujeres podemos ser parte de algo mas grande.
Aunque comparto algunas de las consignas utilizadas, como poder tener la libertad de ir a cualquier país del mundo sola y regresar con vida, el vivas nos queremos, se que el derecho de que mi opinión valga por ser persona aun tiene que enseñarse, por eso creo que se generan muchas violaciones, porque se enseña que si una mujer dice que no, significa si, por ello nuestros no, aún deben enseñarse.
Aunque aprendí desde chica que mi opinión cuenta, por ser mujer no siempre es un derecho, aún es algo que debe ganarse, con cuidado, con ternura, y muchas veces con táctica y estrategia, para no reaccionar intempestivamente a una provocación o para no entrar en el esquema de un berrinche, muchos hombres pueden dar una opinión y se acepta, pero como mujeres, aunque se tengan cargos altos, tenemos que tener muchas mas herramientas y conocimiento para que esta pese.
Mi opinión no cuenta mas o menos porque tenga vagina, porque estoy hormonal, o porque me falte tener un hombre que me haga el favor, sino porque soy persona y como tal, aunque este día le de prioridad a la mujer, todos los días mi opinión cuenta por ser persona y parte de este mundo.
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