Es hora de confesiones ...

Forgive me father for I have sinned.

Esa frase es clásica en las películas en las que ves al protagonista o a uno de los personajes atormendatos, de repente aparece la iglesia mas grande, gotica y a veces tetrica y siempre hay un cura en el confesionario y entran con una expresion en su cara de real remordimiento.

Pues, no estoy en confesionario, no voy a ver a un cura, pero aplica en estos momentos. Recordé la frase porque, los que han leido previas entradas, se pueden dar una idea del nivel de mi libertad, pero a veces hay detalles, que se salen de la horma familiar, y mucho más de la expectativa parental.

Pues, mis vacaciones de infancia estaban guiadas por Julio Verne y los libros que dejaban de tarea, pero cuando comenzas a codearte con la créme de la créme, descubrís que hay fiestas de cumpleaños temáticas, que tenes que escoger una princesa, que tenes que tener héroes, que tenes que ver un especifico rango de peliculas, pues, en el camino aprendí que
1. Los ídolos son buenos, pero no tienen porque estar fuera de la familia, tengo un par de ídolos incomparables y los mejores.

2. Si tenes un ídolo o admiras un personaje, no tenes porque ser ellos.

3. Yo soy yo, pero me puedo identificar por ciertas características con los personajes, así como pequeños anexos.

Pues hoy es el día en el que confieso lo siguiente (lo siento padre) soy fan de Disney, soy fan de una de las empresas que más compras de productos icónicos ha hecho y que define una gran parte de la cultura de las antiguas, actuales y nuevas generaciones y que viene haciendolo desde 1900 ayeeeeer (referencia de domingo por la mañana, pero esa es otra historia) pero soy fan, porque admiro el poder que puede tenerse en la cultura mundial y como puede utilizarse al servicio de la maquinaria (aparece otra historia)

El nivel de obsesión llega a tal punto de establecer como punto de motivación el estreno de mi princesa favorita, que también incluye una nueva tradición (lo siento padre, tengo princesa favorita...de hecho son 2), ahora bien, retomando mi lección, he de confesar que aunque todo el mundo le parezca extraño, la bella y la bestia siempre me gusto, para empezar esa biblioteca, solo se compara con las casas del sigo XIX y sus bibliotecas de pared a pared, o con la habitación de lectura de la abuela (aaaah... la infancia y las vacaciones), ahora la confesión es, la historia me ha gustado hasta el final, el final, siempre me dejo con un agridulce, porque me preguntaba si ya consiguio lo que queria que evitara que regrese a ser la misma persona?, pero creo que principalmente no me gustaba el dibujo del principe ni la falta de historial :D.

A unos días de ver el estreno de la película, la mayor emoción e intriga es el temor que genera pensar que arruinen la pelicula original (son memorias de infancia)