Para bien, todo siempre es para bien...

He crecido con una libertad asombrosa, no la libertad de salir donde quisiera, de no estar en casa, de huir de casa, he crecido con la libertad más grande, la de creer, y sobre todo la libertad de creer en mi misma y en lo que puedo lograr hacer.

A pesar de esa libertad, me veo atada por ciertos estigmas y por ciertas restricciones sociales, porque el camino ha sido ´fácil´, porque he decidido que así lo voy a ver, no nací en cuna de oro y estoy agradecida por ello, pero he entendido entre a la fuerza y por personal convencimiento que el pasado no puede cambiarse, pero cada uno decide lo que puede hacer de él, pasé muchísimo tiempo llorando y quejándome por él, cuando en realidad lo único que tenía que hacer era estar agradecida por todas las lecciones recibidas.

Siempre hay cosas que aprender, que compartir y otras que enseñar, el camino no es fácil y no es único, todos tenemos nuestra propia manera de vivir, avanzar y reencontrarnos, siempre hay espacio para hacerlo.