Mira lo que me encontré.

La lectura y revisar escritos familiares, me volvió un poco obsesiva con los horrores ortográficos y de redacción, y la última vez que revise cuando se tomaba información de una fuente, por lo menos utilizabas comillas, especialmente si es casi literal lo que estás utilizando.

Debido a la situación actual del país, las cortinas de humo y las noticias de corrupción están a la orden del día, la siguiente fue publicada en el 'Periódico de El Salvador' el 3 de febrero de 2016, viendo la noticia  sobre la situación del ex presidente Funes, me generaron curiosidad algunas cosas

1. La primera fue 'incoarse', buscando en el diccionario oficial de la lengua española existe incoar, y es un verbo pero ninguna de sus conjugaciones posibles es incoarse, primer error de nuestra 'Ley sobre el enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados públicos', el único salvataje sería que los abogados tengan un diccionario de términos legales exclusivos y que este esté incluido.
2. Si eso sucede en la ley, como me voy a quejar que una nota en un periódico tan renombrado publique algo como, (las comillas las coloque yo)
'Hay que recordar que la Ley de Enriquecimiento Ilícito establece en el artículo 11 que los juicios por enriquecimiento ilícito solo podrán incoarse dentro de diez años siguientes a la fecha en que el funcionario o empleado público haya cesado el cargo, cuyo ejercicio pudo dar lugar a dicho enriquecimiento. Por ello el caso del expresidente Funes sigue vigente.'

2.1 En ese párrafo personalmente considero que hay tres errores
2.1.1. No colocar comillas cuando se copia y pega literalmente el artículo mencionado.
2.1.2. Modificar parcialmente el contenido del artículo 11 de la ley mencionada.
2.1.3. Antes de iniciar, esta es muy personal. Recuerdo cuando leer el periódico te enseñaba a escribir, cuando las noticias eran historias y no pequeños retazos, cuando lo que aprendías en la escuela se reflejaba en el periódico, o cuando leías algo en el periódico y después lo entendías en clases.

Pero en este ensangrentado pulgarcito donde, los discursos y las quejas están a la orden del día y las acciones no las aplicamos ni siquiera con el de la par, no podemos esperar que se mejore la cultura y mucho menos que se exija la educación que nos pemitiría generar las oportunidades de salir de la situación actual.